En cada momento que estamos despiertos o conscientes, estamos literalmente radiando una señal, no muy diferente a una señal de radio. Al mismo tiempo, el Universo esta aceptando esa vibración electrónica, como su punto de atracción. Pongamos un ejemplo cotidiano y simple: Antonio dice “¿porqué no tengo dinero? Quisiera tener mas dinero”. Antonio cuando expresa tal deseo lo hace a partir de una queja que le hace autovictimizarse, lo expresa desde la rabia que le provoca su realidad y luego aspira a tener mas dinero. Su señal no esta en armonía con su deseo. La Ley de Atracción sostiene que aquello que es como uno, es atraído hacia uno. O sea, cuando yo me armonizo con la vibración de mi propio deseo, no hay ninguna contradicción, no hay resistencia. La energía es pura. Y cuando pasa eso, el Universo entrega aquello que esta en armonía vibracional con nuestro deseo, nuestra decisión y nuestro punto de atracción. Muchas veces exponemos nuestro deseo contradiciéndolo de inmediato “...